Roedores

Las plagas de ratas y ratones representan un peligro potencial de gran magnitud en espacios públicos, negocios, hogares y sus entornos. No sólo porque son vectores de numerosas y graves enfermedades que pueden ser contagiadas a los seres humanos, sino también a causa del deterioro que ocasionan en las instalaciones, mobiliario y suministros. Los más peligrosos de ellos son los daños en el cableado eléctrico, que pueden derivar en incendios, las conducciones de agua y el deterioro y contaminación de productos y alimentos.

Los roedores son animales muy ágiles y fuertes, capaces de ascender por paredes verticales casi lisas, nadar largas distancias y salvar obstáculos con grandes saltos. Se orientan perfectamente en la oscuridad y su flexibilidad les permite introducirse por pequeños espacios.

Su ubicación cambia según las especies y entornos. Los roedores de ciudad establecen sus madrigueras en subsuelos, alcantarillas y bodegas. Los roedores de campo prefieren lugares altos y cálidos como almacenes y desvanes.

Como su actividad es nocturna son difíciles de detectar, razón por la que hay que prestar atención a las señales. Pueden ser roeduras (en madera, papel, alimentos), excrementos y olores extraños. Dado el peligro que entrañan ratas y ratones, pues contagian enfermedades por contacto con el aire de los patógenos que portan en su pelo, al menor indicio se debe acudir a especialistas en desratización como TRASSA.

TRASSA tiene un procedimiento simple y eficaz. Se inicia con un estudio detallado de las instalaciones, se elabora un programa en el que se prioriza el sistema integrado de control de plagas de roedores. Las medidas preventivas y correctoras evitarán futuras infestaciones.