5 de las plagas más importantes que podemos sufrir en verano.

Sufrir una plaga en verano es muy común. La llegada de el calor trae las condiciones adecuadas para la proliferación de insectos y bacterias, y esto hace que la presencia de una plaga sea más común que en invierno. Aunque muchas son inofensivas, algunas plagas de verano son un foco de transmisión de enfermedades y contaminación de alimentos, a parte de las molestias que nos pueda causar y los daños materiales.

Las principales plagas veraniegas están causadas por insectos, aunque no nos debemos olvidar de las chinchas y las aves.

A continuación, tenemos un top 5 de las plagas más importantes que podemos sufrir en verano.

Los mosquitos son uno de los insectos más temidos y molestos durante las cálidas noches de verano, ya que molestan con su ruido y picaduras sobretodo en las zonas más húmedas. El mosquito más habitual es el culex pipiens o mosquito trompetero, aunque también se ha ido extendiendo el mosquito tigre por las zonas mediterráneas. Esta es una especia invasora de Asia, más grande que el mosquito común y con una picadura muy dolorosa y que puede transmitir enfermedades como el dengue o la fiebre amarilla.

Son insectos que se reproducen con mucha facilidad y provocan una de las plagas más molestas de verano. Transmiten enfermedades como la salmonelosis o la disentería y les gusta la basura y la humedad, por lo que se ponen en zonas con falta de higiene. Pueden ser especialmente abundantes en lugares densamente poblados donde haya mucha comida, agua y refugio. Se necesitas servicios profesionales para eliminar las cucarachas.

Aunque no transmiten enfermedades, las hormigas pueden ser una plaga especialmente molesta, ya que son pequeñas, persistentes y abundantes y se encuentran el casi todas las partes del mundo. Son inofensivas pero difíciles de eliminar y pueden acceder a una casa o un local a través de grietas muy pequeñas para ir a buscar comida.

Las moscas son uno de los insectos más frecuentes de cada verano. Son muy molestas y, además, son un foco de enfermedades porque están en contacto permanente con gérmenes y bacterias que trasmiten a todo lo que tocan. Es especialmente peligrosa la mosca negra, que se va dejando notar un poco más cada verano y produce una picadura muy dolorosa y duradera.

No son insectos, pero son la plaga más nociva con la que nos podemos enfrentar. Se reproducen rápidamente y son potenciales transmisores de enfermedades a través de mordidas o de los excrementos, como la peste bubónica, el virus Hanta, la salmonelosis o la leptospirosis. No hacerse cargo de este tipo de animales puede ser muy peligroso, por lo que los debemos tener controlados.

 

Prevenir esta enfermedad, que se considera fácilmente controlable y erradicable, depende del buen mantenimiento, limpieza y desinfección periódicos de los sistemas de agua caliente, equipos de refrigeración, depósitos o circuitos de agua de los edificios.